El enigma del viento

Datos del Libro:

Autor: Rolando Paciente.

Editorial: Ediciones del Ángel.

Año: 2002.

Prólogo: María Lydia Torti.

Ejemplar de la Biblioteca D. F. Sarmiento de Cañuelas.

Reseña:

BREVES APUNTES PARA UN POETA

La voz de un pueblo, los enunciados de una raza y la elevación espiritual, constituyen la esencia de un poeta. Por haberse nutrido de sus costumbres, de su sentimiento que son parte del propio componente, el poeta se encuentra en condiciones de dar testimonio de cuanto acontece a su alrededor, tanto lo que se refiere a hechos sensoriales, como a vivencias que afloran encada acto de la conducta colectiva. En esto radica su sabiduría y lo convierte en el filósofo capaz de plasmar el sentir popular, consustanciado en esencia con la verdad inmanente que cada pueblo requiere para sí, en el marcado derrotero de su historia.

Por ello, Rolando Paciente es un poeta que sabe mirar y contar las cosas que el común de la gente no quiere o no puede ver, debido a los permanentes condicionantes epocales, donde losvalores del espíritu no siempre se conjugan en el mismo tiempo que las necesidades de la carne. "El enigma del viento", no es en realidad enigma, sino, develación del "ser hombre", donde el autor se busca en el amor, la naturaleza, el tiempo.

Dice en el poema que da título a la obra: "Entonces, porqué entiendo la incomprensible tregua /por qué me siento vértice del triángulo del tiempo. / Será porque esta idea tan primigenia y vana ¡me recorre y me habita en todo mi universo; lo será simplemente porque soy como e! viento."

El viento es un símbolo que ha elegido Paciente para autodescribirse. Yo creo que Él, es viento en tanto es una permanente búsqueda de sí mismo, en el arte, en la mujer amada, en la tierra. El poeta camina, en tanto vive y vuela y se agita "Ha llegado" en este bello poemario, pero "llega" para no permanecer aquí definitivamente, sino para moverse hacia el horizonte de la futura creación.

A través de la concepción "del viento" de este escritor se rastrea una concepción del tiempo como sucesión y como nostalgia de una época ideal, que proviene de San Agustín (veamos "La casa tenía", "Poema para un amor" y "Vengo otra vez").

En la teoría poética de Cohen: "Estructura del lenguaje poético", la poesía también evoluciona o cambia, desviándose del lenguaje normal, a través de la metáfora. Se considera a la lírica como una desviación respecto de la prosa. Se acentúa que el tiempo de la ciencia como el de la prosa, es horizontal, continuo; el de la poesía es vertical, discontinuo.

La obra de arte tiene distinta relación con el tiempo que la obra científica, pues mientras ésta vive en un eterno presente, la obra de arte no envejece.

Por eso hoy presentamos la obra prima de Rolando Paciente, donde la desviación sintagmática de la metáfora, eleva su verso hacia una "ontología del poetizar". "Mi mundo es una barca;/ comandada por soles y esperanzas... /Mi barca es tu mirada que se pierde, / en lo infinito de las lejanías, / en el vuelo casual de una gaviota,/ o en la tristeza de un pañuelo al viento..."(de Mi barca).

"Qué barco diminuto cargó tus ilusiones?/En qué mar olvidado naufragaron tus dioses?" ( de Elegía para una voz ausente ). "La ancestral ecuación que me perturba,/ El Tiempo que se cambia por belleza." (de Ecuación Perpetua).

El creador, Rolando Paciente, protagoniza instancias muy profundas de conocimiento, (autognosis), inserción colectiva y revelación profética; su literatura "profana" contiene gérmenes de Verbo, semillas de sabiduría que ayudan a los hombres a su crecimiento y autovaloración. Modernamente los filósofos han vuelto su mirada a esa vía profana de la religión, que es la expresión literaria.

Se ha descubierto en el lenguaje del poeta la epifanía del ser (Heidegger).

Se reconoce pues que la literatura (o la expresión simbólica por la palabra que hemos dado en llamar así en los últimos tiempos) no es en modo alguno pasatiempo ni juego ocioso sino despliegue del auténtico potencial humano, juego sí, pero juego significativo en alto grado.

Por esto, el autor privilegia el amor, en "El enigma del viento" y se hace intérprete de sus procesos interiores.

El poetizar es aventura intelectual - afectiva - estética, pero también moral y volitiva, cómo lo señalara Wilhelm Dilthey.

Se trata de un estado pre-artístico, la mousiké de que habló Platón, donde Rolando desgrana las ilusiones olvidadas, el amor vivido, la ausencia, el recuerdo, el cuerpo amado, el color de los ojos, la espera...

Escuchemos para cerrar este introito, la voz del poeta: "Dame tu piel amada, dame tu amor ahora" (de Amame ahora).

"Pensé cuánto la quise a la que quise; / y rodó por mi pómulo una estrella." (de Noche).

"Me tatuará las manos con tu nombre /para poblar la soledad del día,/ y grabaré con mi melancolía / todas las ilusiones de mi vida..." (de Rituales del amor).

Que la claridad y la transparencia del verso de este vate, nos convoque y sea el primer escalón, de una larga escalera de obras, donde cada lector va a entablar (como yo en este instante) un diálogo perdurable de alma a alma.