Datos del Libro:
Autor: Osvaldo Contreras Iriarte.
Prólogo: Leonardo Killian.
Ilustrador: Carlos Killian.
Imprenta Artes Gráficas Líber.
Año: 2021.
Ejemplar de la Biblioteca D. F. Sarmiento de Cañuelas.
Reseña:
PRÓLOGO
En el impiadoso verano de 1973, entre la multitud de muchachos reunidos de mala gana en Palermo para hacer el servicio militar, lo conocí a Osvaldo.
Bastaron unos minutos de charla para que sucediera esa empatía que lleva a la amistad, y juntos atravesamos ese año apuro compañerismo. Compañerismo y amistad que continuaron después soldada, a fuerza de soportar y resistir esos años negros.
Pero no es para evocar los años juveniles que escribo.
Lo sabía un sensible poeta, guitarrero y cantor, pero Osvaldo no deja de sorprenderme y sorprendernos: Escribe, y escribe muy bien.
Ahora bajo la luna de Cañuelas, Osvaldo escribe mojando su pluma en ese enorme tintero que es su corazón abierto.
Sus relatos son retazos de realidad mirados con la lente de un fotógrafo pero, atención, como todo buen fotógrafo, el poeta no se conforma y donde hay una estación de trenes, una plaza, una calle polvorienta o un anciano que toma el sol de la mañana... primero ve la imagen, intuye, sabe, y al final descubre que lo que está ahí adelante de nuestra mirada, es otra cosa.
En una sucesión de imágenes, de un paneo que recorre su mundo, Osvaldo va destejiendo la madeja y mira para contar. Para contar lo que ve, lo que siente, lo que fue y tal vez lo que pueda suceder.
La mirada sobre esta realidad nuestra y cotidiana y la mano que escribe y la describe. ¿Qué fue lo primero? No interesa. La imagen es poderosa El poeta, el nombrador, las ha vuelto parte de su mundo. De un entorno tan personal como propio. Osvaldo es un gran narrador y se para desde su propia estatura, para decirnos qué, cómo y de qué manera ve lo que ve. El ojo como lente y el lente como una estilográfica, va trazando a medida que anda.
Cámara en mano, cámara ojo, cámara máquina que escribe y se re escribe.
Ahora, el poeta, el observador y lo observado nos invita a leer. Nos convida a conocer su personal universo que quiere como Osvaldo Contreras Iriarte partir, porque el cazador quiere mostrar su presa y bien vale la pena conocerla.
El reportero escritor y cazador de imágenes y mundos nos invita a pasar y conocer su mundo. Se corre el velo, se apagan las luces y nos quedamos a solas con la lectura.
A leer entonces.